Crímenes sin castigos, crímenes sin sentencias.

Denuncias, denuncias, denuncias…

Maltratos, maltratos, maltratos

Y sin castigos!!!

¿Durante cuánto tiempo seguirá el hombre asesinando, masacrando, destruyendo, mares, cielos, tierras, y nobles, nobles y dulces vidas?

Vidas con derecho a ser, con derecho a existir, a vivir, a ser felices.

¿Con que derecho el hombre decide sobre otras vidas en el que su único pecado, que no es pecado, ha  sido nacer, nacer y soñar, soñar con que quizás algún día podría ser feliz con un ser humano?

Pobres infelices que no saben que muchos seres humanos son egoístas, crueles, violentos, salvajes, exactamente todo lo contrario a lo que su especie debería de ser “inhumanos”.

¿Quién protege a estos indefensos salvo personas anónimas que tienen el corazón tan inmenso para repartir amor a muchos seres?

¿Quién o quiénes de los que tienen las leyes en las manos, protegen, defienden y cuidan de estos seres indefensos?

¿Quién o quiénes de ellos son capaces de alzar la voz, de alzar la justicia en nombre de tantos crueles asesinatos? 

Crímenes la mayoría de las veces ignorados por la sociedad, la mayoría de las veces ocultados por la prensa, la mayoría de las veces desconocidos, anónimos, olvidados en el tiempo.

Pero todos llorados, llorados por corazones sensibles, por corazones grandes, por corazones amables, por corazones que aman la vida. 

¿Con que derecho? ¿Quién soy yo?

¿Quién soy yo para decir nada sobre ti?
¿Quién soy yo para juzgar a nadie y menos a ti?
Si lo que has vivido en tu vida sólo la conoces tú, y tus inquietudes sólo las conoces tú, tus dudas, tus tristezas, tus alegrías solo las has vivido y sentido tú y nadie conoce realmente cual ha sido tu sendero en tu caminar.
¿Cómo puedo tan siquiera pensar en lo que deberías o no deberías de haber hecho?
¿Cómo puedo ni tan siquiera suponer en lo que era o no era lo mejor para ti?
Todo te lo llevaste contigo, dudas quedan por mil, preguntas inciertas y sin respuestas.
Culpabilidad de no haber sabido o no haber podido conocer lo que tras tu mirada había.
De no saber conocer a través de tus gestos, palabras que parecían no decir nada y sin embargo seguramente lo decían todo.
Hermana mía, ¿Como pedirte perdón por estar ausente, inmiscuida en mis cosas y no saber leer entre líneas?
¿Por qué no hablaste mis palabras? Tus silencios decían algo que yo no comprendía.
¿Cómo poder decirte ahora que lo siento? Pedirte perdón por no haberme encontrado todo lo cerca que tú merecías que hubiera estado.
Sabes que te quiero, que pese a estar algo ausente, por la distancia, por mis preocupaciones, sin darme cuenta de que tú tenías las tuyas propias. 
Hermana te quiero, siempre te he querido, eras, eres mi hermana pequeña y la única, ¿Como no quererte con todos los momentos que hemos compartido juntas?
 
La belleza de una flor, 
no tiene comparación, 
con la dulzura 
y la hermosura de tu corazón.

* Palabras al Aire

Un oso polar muere en un zoológico alemán después de comer el abrigo y el bolso que dejó caer un visitante.

Si hace unos días quedábamos conmocionábamos por el asesinato de la jirafa Marius en el zoológico de Copenhague, hoy nos hemos quedado de piedra al conocer la terrible muerte de un oso polar en el zoológico “Wilhelma Zoo” en Stuttgart (Alemania).

A sus 25 años de edad el oso Anton ha 

muerto después de comerse el bolso y el abrigo de un visitante. El oso polar se puso enfermo y al cabo de varios días sus cuidadores se dieron cuentaque escupía trozos de tela.
Se le suministró un medicamento para hacerle vomitar, al principio fue bien y vomitó varias trozos de chaqueta y bolso, pero su estado de salud dio un giro radical y falleció.

Si no llega a ser por este terrible suceso, el oso polar Anton podría haber vivido otros 10 o 15 años más.

Una simple sonrisa puede cambiar una vida!

 
* Palabras al Aire