
La movilización homófoba prevista para el sábado 26 de abril consistirá en una gran manifestación en la capital, Adís Abeba, y estará organizada por el Foro de la Juventud de Adís Abeba y la Asociación Weyiniye Abune Tekelehaimanot, vinculada a la iglesia ortodoxa etíope. Su objetivo es “mantener lejos las culturas extrañas y las prácticas homosexuales“. Como era de esperar, los organizadores recurren a las habituales acusaciones de violación y abuso de niños. En palabras del portavoz del grupo ligado a la iglesia ortodoxa, “hay niños violados por gays en este país. Justo ayer nos encontramos con una mujer cuyo hijo fue violado por otros dos hombres. En general, los actos gays van contra la salud, la ley, la religión y nuestra cultura. Por ello, debíamos romper el silencio y concienciar sobre el problema“.
Ante esta tesitura, el gobierno etíope se ha limitado a no intervenir en el nombre de una supuesta libertad de expresión, según ha indicado el ministro de Información, Redwan Hussein. Se da la circunstancia de que el propio Gobierno etíope, como adelantábamos hace pocas semanas, habría dado su visto bueno su visto bueno a un proyecto de ley para hacer de los actos homosexuales un delito no sujeto a indulto en ningún caso.