Los culpables de envenenamientos de perros de caza se pueden enfrentar a
sanciones de hasta 9.500 euros o, incluso, a penas de cárcel, de hasta
dos años, según el Código Penal.
Los hechos, ocurridos a primera hora de la mañana, han tenido una gran trascendencia mediática -las redes sociales no han parado de ofrecer las fotografías de los canes muertos-, debido a su gravedad, pues el uso de cebos envenenados es, por desgracia, habitual en La Palma.