Cualquier animal domesticado es fiel a su dueño. El amor que
transmite un perro a su amo tiene unas dimensiones infinitas. Fiel,
generoso y lea, esas son unas de tantas virtudes que tiene el perro
cuando es respetado, amado y valorado por sus amos. Un perro sufre, ama y
llora como cualquier ser humano. Del mismo modo, muchos perros han
tenido la suerte de encontrar personas que han sabido valorar y respetar
lo que es capaz de ofrecer o dar un perro a su amo. Por suerte para
esos animales, pasaron el fin de sus días bajo el calor de unas familias
humanas que supieron amarles. Por el contrario, muchos de ellos todavía
son víctimas de malos tratos, abandonos y asesinados por sus
respectivos dueños. El perro es ternura, generosidad, agradecido y
colaborador en todo aquello que su dueño le pida. Cuida de su dueño y
familia. Es cariñoso con los niños, aunque en algunas ocasiones, por ser
perros denominados como de raza peligrosa, suelen tener conductas
violentas extrañas. Los animales son seres vivos, sensibles a todas
aquellas cosas negativas que le afecten en sus vidas. Ellos, esos perros
que en muchas ocasiones han sido y siguen siendo incomprendidos por
muchos humanos, no son un producto que se compra y se tira. Tiene fecha
de caducidad como la tenemos nosotros cuando nos llega una enfermedad o
por los años de la vida.
“Palabras al Aire porque al aire van y se las lleva el viento cuando nadie las escucha. Las palabras se pierden cuando no llegan a un corazón que las acoja, desaparecen en el tiempo, se desvanecen... Pero las palabras también pueden volver a resurgir cuando alguien las encuentre y las traiga de nuevo a su voz"
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