La afición del Monarca por los safaris ha dañado su imagen
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La de Botsuana no fue la primera cacería de animales salvajes en la que participaba
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Hasta 2012 fue el presidente honorífico de WWF España, cuyos valores
ayudó a difundir y para la que consiguió respaldo económico
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Don Juan Carlos junto al organizador de
safaris (i)
y ante un elefante abatido, en una jornada
de caza en
Botsuana en 2006.
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El sábado 14 de abril de 2012, los españoles se desayunaron con la noticia de que el Rey había sido
intervenido de urgencia tras haberse roto la cadera en Botsuana,
donde participaba en un safari para cazar elefantes. Tras sufrir una
caída en la residencia en la que se alojaba, el Monarca tuvo que ser
trasladado en un avión privado desde el país africano hasta Madrid.
Las críticas de las organizaciones ecologistas y la indignación de muchos de sus socios no se hizo esperar. Aunque
cazar elefantes no es ilegal en Botsuana
[a diferencia de otras naciones, está permitido con limitaciones],
matar ejemplares de una especie que se encuentra amenazada parecía
difícilmente compatible con el respeto a la naturaleza que Don Juan
Carlos había manifestado durante su reinado.
Tampoco resultaba coherente con la presidencia de honor que ostentaba
en WWF España, una organización conservacionista que trabaja
activamente para la protección de especies vulnerables, entre las que se
encuentra el elefante africano, acorralado por la caza furtiva y la
pérdida de su hábitat.
Tras el episodio de Botsuana y a pesar de las
disculpas que el Rey pidió públicamente, la organización
WWF España,
presionada por sus colegas de las delegaciones internacionales y por la
multitud de cartas de protesta que recibió de sus socios, convocó una
Junta Extraordinaria para tratar el asunto.
Durante la
asamblea celebrada el 21 de julio de ese año, los socios decidieron por abrumadora mayoría (226 votos a favor, 13 en contra, cinco en blanco y una abstención)
que el Rey dejara de ser presidente de honor con la diplomática fórmula de eliminar ese cargo.
Reacciones de los ecologistas
El secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, ha
declinado este lunes realizar declaraciones sobre la abdicación del Rey o
hacer balance de sus años como presidente de su organización. Tampoco
Greenpeace ha querido pronunciarse.
Sí se ha manifestado
Ecologistas en Acción,
organización que en 2012 se mostró muy crítica con las cacerías del
Monarca. Le concedieron de forma sarcástica su
"Premio especial 2012,
Cadera de Atila al Rey de España, Juan Carlos de Borbón, por sus
cinegéticas formas de mostrar su menosprecio por la situación de crisis
que está viviendo la población española, de elefantes y de cualquier
otro animal que se le ponga a tiro. Y por su negativa a disolver una
institución arcaica, injusta, cara e inútil: la Casa Real".
En un comunicado emitido tras conocerse la abdicación del Rey, la
organización ha afirmado que "los episodios de cacerías de osos y
elefantes en los que se ha visto envuelto Juan Carlos de Borbón dicen
muy poco del respeto de un jefe de Estado hacia la ciudadanía que
representa y hacia el medio ambiente y la naturaleza". Para Ecologistas
en Acción
"la figura de Juan Carlos de Borbón queda vinculada en
el recuerdo de la organización a episodios políticos que se deben
superar y a su polémica participación en cacerías".
La de Botsuana no fue la primera cacería de animales en la que
participaba el Rey, una afición que hasta ahora no había trascendido de
manera oficial, pues la Casa Real considera estos viajes como
actividades privadas y se niega a ofrecer información al respecto. A
raíz de su accidente, se publicó alguna imagen del Rey posando junto a
otros cazadores y animales abatidos.
Asimismo, en 2006 la Mesa del Congreso
rechazó admitir a trámite
una serie de preguntas de ERC en las que pedía explicaciones por la
supuesta participación del Rey en una cacería de osos en Rusia.
La Casa del Rey desmintió las informaciones de la prensa rusa que aseguraban que el Monarca había matado a un oso llamado Mitrofan al que le habían dado de beber vodka para embriagarlo.
Difusor de las ideas conservacionistas
La afición del Rey por las cacerías ha eclipsado la labor que realizó
en España en defensa de los valores ambientales. Don Juan Carlos
comenzó a colaborar con WWF España desde que fue fundada, en 1968, bajo
las siglas de ADENA.
El naturalista Joaquín Araújo, socio fundador de ADENA y miembro de
la Junta Rectora de WWF España, recuerda que "pese a las críticas por
este episodio final con la organización conservacionista internacional
más importante, cuando era príncipe, Don Juan Carlos contribuyó a la
difusión de las ideas conservacionistas en círculos de influencia de
altísimo rango", señala por teléfono.
"Gracias a él, obtuvimos apoyo económico y el respaldo de líderes que no suelen apoyar a estas organizaciones", añade.
Pese a la contribución del Monarca, Araújo subraya que
es la Reina Doña Sofía la "verdadera afín" a las causas medioambientales en la Casa Real:
"Ella
sí que tiene una altísima conciencia ambiental. Es una animalista de
primera categoría y ha supuesto una gran influencia para su hijo, Don
Felipe, que ya no es cazador".
Fuente:
elmundo.es
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Recordemos
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS
DERECHOS DE LOS ANIMALES
Preámbulo
Considerando que todo Animal posee derechos.
Considerando que el desconocimiento y desprecio de dichos derechos han conducido y siguen
conduciendo al hombre a cometer crímenes contra la naturaleza y contra los Animales.
Considerando que el reconocimiento por parte de la especie humana de los derechos de la existencia
de las otras especies de Animales constituye el fundamento de la coexistencia de las especies en el
mundo.
Considerando que el hombre comete genocidio y existe la amenaza de que siga cometiéndolo.
Considerando que el respeto de los Animales por el hombre está ligado al respeto de los hombres entre
ellos mismos. Considerando que la educación debe enseñar, desde la infancia, a observar,
comprender, respetar y amar a los Animales.
Se proclama lo siguiente:
Artículo 1
Todos los Animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia.
“Una cosa no es justa por el hecho de ser ley.
Debe ser ley porque es justa”