¿Quién soy yo
para decir nada sobre ti?
¿Quién soy yo
para juzgar a nadie y menos a ti?
Si lo que has
vivido en tu vida sólo la conoces tú, y tus inquietudes sólo las conoces tú,
tus dudas, tus tristezas, tus alegrías solo las has vivido y sentido tú y nadie
conoce realmente cual ha sido tu sendero en tu caminar.
¿Cómo puedo tan
siquiera pensar en lo que deberías o no deberías de haber hecho?
¿Cómo puedo ni
tan siquiera suponer en lo que era o no era lo mejor para ti?
Todo te lo llevaste
contigo, dudas quedan por mil, preguntas inciertas y sin respuestas.
Culpabilidad de
no haber sabido o no haber podido conocer lo que tras tu mirada había.
De no saber
conocer a través de tus gestos, palabras que parecían no decir nada y sin
embargo seguramente lo decían todo.
Hermana mía,
¿Como pedirte perdón por estar ausente, inmiscuida en mis cosas y no saber leer
entre líneas?
¿Por qué no hablaste
mis palabras? Tus silencios decían algo que yo no comprendía.
¿Cómo poder
decirte ahora que lo siento? Pedirte perdón por no haberme encontrado todo lo
cerca que tú merecías que hubiera estado.
Sabes que te
quiero, que pese a estar algo ausente, por la distancia, por mis
preocupaciones, sin darme cuenta de que tú tenías las tuyas propias.
Hermana te quiero,
siempre te he querido, eras, eres mi hermana pequeña y la única, ¿Como no quererte
con todos los momentos que hemos compartido juntas?
La belleza de una flor,
no tiene comparación,
con la dulzura
y la hermosura de tu corazón.
* Palabras al Aire
“Palabras al Aire porque al aire van y se las lleva el viento cuando nadie las escucha. Las palabras se pierden cuando no llegan a un corazón que las acoja, desaparecen en el tiempo, se desvanecen... Pero las palabras también pueden volver a resurgir cuando alguien las encuentre y las traiga de nuevo a su voz"
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