¿Quién soy yo para juzgar a nadie y menos a ti?

¿Cómo puedo tan siquiera pensar en lo que deberías o no deberías de haber hecho?
¿Cómo puedo ni tan siquiera suponer en lo que era o no era lo mejor para ti?
Todo te lo llevaste contigo, dudas quedan por mil, preguntas inciertas y sin respuestas.
Culpabilidad de no haber sabido o no haber podido conocer lo que tras tu mirada había.
De no saber conocer a través de tus gestos, palabras que parecían no decir nada y sin embargo seguramente lo decían todo.
Hermana mía, ¿Como pedirte perdón por estar ausente, inmiscuida en mis cosas y no saber leer entre líneas?
¿Por qué no hablaste mis palabras? Tus silencios decían algo que yo no comprendía.
¿Cómo poder decirte ahora que lo siento? Pedirte perdón por no haberme encontrado todo lo cerca que tú merecías que hubiera estado.
Sabes que te quiero, que pese a estar algo ausente, por la distancia, por mis preocupaciones, sin darme cuenta de que tú tenías las tuyas propias.
Hermana te quiero, siempre te he querido, eras, eres mi hermana pequeña y la única, ¿Como no quererte con todos los momentos que hemos compartido juntas?

La belleza de una flor,
no tiene comparación,
con la dulzura
y la hermosura de tu corazón.
* Palabras al Aire
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