Tristeza, soledad y depresión: mensajeras del corazón

Cogido de cualquier lugar de "Nuestro Mundo Virtual", pero trasladado a mis pensamientos y  a mis palabras, aunque no es nada original mio.

Tristeza, soledad y depresión: 

mensajeras del corazón

Si a las puertas de tu corazón toca a menudo la tristeza o la depresión, no las dejes afuera esperando día y noche ni tampoco las ignores. Mejor ponte de pie y ábreles la puerta de una vez, y permite que te entreguen un mensaje importante. Es sólo cuando abres la puerta de tu corazón y recibes lo que este quiere entregarte, que entonces aquellas cosas que no querías “recibir” pueden en verdad comenzar a pasar.

Asi que te levantas el lunes y no tienes ganas de hacer nada, no quieres ir a trabajar, no te emociona lo que pueda suceder en el día y te sientes apático y decaído la mayor parte del tiempo. Que bello. “¿Qué bello?” ¡Si!, ¡Que bello!, pues aunque te parezca difícil de comprender estás en un momento ideal para realizar una cosa muy importante en tu vida que se llama renovación. Y la renovación significa que en el fondo quieres dejar a un lado todas esas cosas en tu vida que son innecesarias, que ya no te inspiran, que te hacen sentir encerrado y limitado.

Una de las formas en la que el corazón avisa de que hay que hacer cambios interiores es precisamente la depresión. Claro, que si hubieses tenido tus antenitas bien puestas, hubieras evitado la depresión si hubieras hecho caso a ese sentimiento de inconformidad o de ira que tenías antes de sentirte deprimido.

La depresión, es ira reprimida, y sucede cuando llevas tiempo en que lo que te sucede en la vida te enfada cada vez más porque no resulta ser lo que tu quieres que sea. Cuando por más que te esfuerzas y empeñas, y haces esto y lo otro y la cosa solo parece complicarse o emperorar, es entonces que comienzas a sentir lo que se llama frsutración. Luego, de repetirse esto dia a dia, mes tras mes, año tras año, te empiezas a desesperar. Y cuando no sabes que hacer con la desesperación y el enojo, y no sabes contra quien exactamente rebelarte y exigirle lo que quieres, es entonces que comienzas a guardar esta frustración interior, la cual tarde o temprano se convertirá en cualquira de estas emociones decaídas.
“Una cosa no es justa por el hecho de ser ley.

  Debe ser ley porque es justa”

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