James Lovelock, químico medioambiental, creador de la Teoría de Gaia
La
vida no ha tenido suerte, dice James Lovelock, porque haya surgido en
un sitio favorable a ella, sino exactamente al revés: la situación de la
Tierra es favorable para la vida justamente porque la vida recrea un
entorno favorable para su existencia. Visto de esta manera, nuestro
planeta es un organismo que se autorregula y al que Lovelock ha
bautizado Gaia.Fecha de la entrevista: 2004-04-13
Lugar de la entrevista: Reino Unido
- Web personal de James Lovelock.
- “Necesitamos desastre y liderazgo”: fragmento del último ensayo de Lovelock.
- Entrada sobre la teoría de Gaia en Wikipedia (castellano e inglés).
- Noticia que relata la polémica desatada cuando Lovelock se proclamó a favor de la energía atómica.
El químico medioambiental James Lovelock es una de las voces más emblemáticas de la ecología. Padre de la revolucionaria teoría de Gaia, en ella Lovelock compara la Tierra con un organismo que se autorregula para mantenerse vivo.
Eduard Punset:
Me imagino
esa maravillosa fotografía de la Tierra vista desde fuera. Cambió la percepción
de mucha gente de dónde estamos y qué somos.
James
Lovelock:
Creo que fue
una de las cosas más maravillosas que haya visto jamás: la fotografía de la
Tierra desde el exterior. Pero creo que la verdadera visión, la más impactante,
estaba en las mentes de los astronautas cuando miraron hacia su planeta. Si
hablas con cualquiera de ellos, siempre te dirán lo conmovidos que se sintieron
ante esa imagen y cómo eso los llevó a darse cuenta de que esa pequeña cosa era
su hogar, no era la calle donde residían, ni la nación donde vivían, era su
hogar.
EP:
Y era
maravilloso…
JL:
Era
maravilloso…
EP:
¿Conoces a Juan Oró, el científico?
JL:
Sí, claro
que lo conozco.
EP:
Creo que
coincidisteis en Houston…
JL:
Sí, vivimos
juntos en Houston, estaba en la misma Universidad que yo.
En su casa,
James Lovelock tiene montado su
laboratorio. (Fuente: smartplanet) |
EP:
Él también
estaba impresionado por estas cosas. Recuerdo una vez que nos vimos en
Barcelona y me dijo “Eduard, las cosas van a cambiar. Ahora estoy convencido.
Cuando la gente mire la Tierra desde fuera, la mentalidad cambiará, va a
ocurrir algo extraño, algo revolucionario.” Y yo le dije: “¿Estás seguro?”.
Bueno, yo no veo esos cambios, James, ¿y tú?
JL:
Tampoco,
estoy de acuerdo contigo, no se han producido todavía. Y creo que se debe al
hecho de que aún no hemos hecho suficiente daño a la Tierra para darnos
cuenta de lo maravillosa que es. En algún momento del próximo siglo,
pagaremos las consecuencias de todas nuestras acciones: la destrucción de la
atmósfera, la supresión de los hábitats naturales… Y entonces nos daremos
cuenta de lo maravilloso que era nuestro planeta.
EP:
Es increíble
esta morosidad del cambio cultural. Cuando escucho a la gente decir: bueno, las
cosas cambian muy rápidamente… yo tengo mis dudas. Con tu perspectiva, una
perspectiva de la vida independiente y científica, ¿ves muchos cambios…?
JL:
Cambiar para
que todo siga igual… Creo que todo es tribal. No importa el tipo de sistema
existente, ya sea capitalista, comunista, religioso, cualquier cosa… siempre
hay una jerarquía con un líder tribal, como en las tribus primitivas de hace
siglos. Y no lo podemos cambiar, forma parte de nuestros genes, de nosotros. Y
en este sentido nunca cambiará, siempre tendremos sistemas tribales.
EP:
Como los
chimpancés…
JL:
Como los
chimpancés. Nos parecemos tanto a ellos…
Se dice que
tenemos suerte porque vivimos en un universo amable, con unas condiciones muy
favorables para la vida. Pero tú, con tu visión de Gaia y del planeta vivo en
el que estamos, dices que no es exactamente eso, sino que estamos en el lugar
adecuado precisamente porque existe la vida, es la vida la que nos ofrece esta
visión maravillosa y amable del planeta, proclive a la vida. ¿Es así?
JL:
Sí, Eduard,
así es. Los científicos clásicos dijeron “qué suerte que la Tierra se encuentre
justo a la distancia adecuada respecto del Sol, lo que hace que la temperatura
sea la adecuada para todo ser vivo de la Tierra.” Pero esto no tiene sentido
alguno. Quizá hubo un tiempo -cuando apareció la vida en la Tierra- en que ésta
se encontró más o menos en el lugar adecuado. Sin embargo, una vez aparece
la vida en el planeta, éste ya no evoluciona como suelen hacerlo los planetas,
perdiendo su agua de forma constante, convirtiéndose cada vez en más
desértico como ha ocurrido en Marte o Venus, sino que en cierto modo la vida
se hace cargo de todo y controla la evolución. Por lo tanto, los dos
sistemas evolutivos, el inorgánico y el vivo, se mueven al mismo tiempo, y eso
hizo que el planeta sea siempre un lugar agradable para todo tipo de vida que
pueda existir en este momento.
EP:
Y quizá
podría existir otro tipo de vida…
JL:
Exactamente,
así fue en el pasado. Cuando el mundo estaba habitado sólo por bacterias.
Durante casi mil millones de años, existió con una atmósfera dominada por un
solo gas, el metano o el gas natural que ahora conocemos. Y había muy poco
oxígeno en la atmósfera. Sería un mundo que nos hubiese parecido muy
desagradable, y probablemente muy maloliente también… Pero las cosas cambiaron,
la vida evolucionó y nos proporcionó una atmósfera con oxígeno, como la que
tenemos…
Una
escultura de Gaia, la diosa griega de la naturaleza, observa la charla entre Punset y Lovelock. (Fuente: smartplanet |
EP:
Lo cierto es
que sin oxígeno, no habría ozono, y sin ozono habría mucha radioactividad
procedente del espacio. ¿No es cierto?
JL:
Creo que se
ha exagerado. No creo que sea tan importante como se suele decir. Mira, antes
de que apareciese el oxígeno, podría no haber habido ozono. Y sin embargo,
había vida, mucha vida. No creo que los rayos ultravioleta sean tan
perjudiciales como solemos pensar. La diferencia entre la radiación ultravioleta
aquí, en Inglaterra, o incluso en España, y las tierras altas de África como
Kenya es de casi ocho veces. Estos rayos llegan hasta ocho veces más a Kenya y
a esas regiones y ¿quién ha oído hablar de algún tratamiento por quemaduras
solares? Nadie. La vida sigue. Es fácil acostumbrarse… El problema es que si la
capa de ozono desapareciese ahora, las más afectadas serían las personas. El
resto de la vida en la Tierra se adaptaría a las circunstancias rápidamente.
Pero nosotros tenemos la piel muy clara y somos muy sensibles a las quemaduras
solares, por eso nos afectaría, sin embargo, el resto de seres vivos no se
verían tan perjudicados como nosotros.
EP:
Todo reside
en observar la atmósfera porque es el factor más importante. Lo que te hizo
pensar en Gaia es esta capa muy delgada, llamada atmósfera, que es algo muy
particular de este lugar.
JL:
Es como
cuando veo una persona. Cuando te veo, Eduard, sólo veo tu cara. Todo el
mecanismo interno de tu cuerpo es invisible a mis ojos y ocurre lo mismo con la
Tierra, la atmósfera es lo que se puede ver. Y si te fijas, está formada por
gases combustibles como el metano, que se mezclan con el oxígeno. Es una
atmósfera casi inflamable. Si la composición fuese distinta, explotaría. Es muy
frágil y sin embargo perdura, se mantiene durante miles de millones de años.
¿Cómo es posible? Es la pregunta que vuelve una y otra vez a mi mente. Requiere
que exista algo en la Tierra que regule la atmósfera y la mantenga constante.
EP:
Y esto es la
vida. El concepto de vida es muy importante para todos nosotros. Significa
cosas distintas. Incluso para los biológos. Pero si dices que el planeta está
vivo, es incluso más importante. Pensemos por un momento qué es la vida, ¿qué
es la vida para ti?
JL:
Bueno, soy
un científico. Pero los científicos pertenecemos a tribus distintas: biólogos,
físicos, químicos… y si les preguntas a cada uno de ellos qué es la vida, todos
te darán una respuesta distinta. El biólogo te dirá que es algo que se reproduce
a sí mismo y que los errores reproductivos son corregidos por la selección
natural, es lo único que debe saberse sobre la vida. Y el químico te dirá que
es algo que metaboliza, que coge elementos químicos del entorno, los procesa y
los devuelve, y todo el sistema se mantiene siempre en un estado maravilloso,
en un estado constante que logra estar fuera del equilibrio. Y un físico te
dirá: “nada de eso, es un sistema que funciona como un frigorífico: coge
energía libre, la transforma y se construye a sí mismo como una estructura que
disipa energía”.
Los rayos
ultra violeta no son tan dañinos para la vida como suele pensarse, dice Lovelock. (Fuente: smartplanet) |
EP:
Disipación,
me gusta esa palabra.
JL:
Creo que la
verdad es que todos nuestros científicos han viajado sólo un poco al pasado
para entender qué es realmente la vida. Es una de las preguntas que tendremos
que resolver en el futuro, dar una definición adecuada de la vida…
EP:
¿Podríamos
hablar de la senectud del planeta?, ¿Habría superado la línea divisoria entre
la juventud y la senectud? ¿Gaia la habría cruzado?
JL:
Así es. Es
una señora mayor que se merece un respeto.
Gaia existe
desde hace quizá 3 mil o 4 mil millones de años pero se calcula que no le
quedan más de mil millones de años antes de morir. Es una señora mayor. Se
parece a mí, que casi tengo ochenta años. Todavía podemos dar guerra pero las
cosas ya están empezando a deteriorarse… Y hay que tener esto presente.
EP:
Hay todo
tipo de amenazas, cosas terribles que van a ocurrirle a nuestro planeta si no
cambiamos con urgencia nuestra forma de comportarnos y relacionarnos, ¿qué
dirías tú? ¿Crees que podemos hacer algo?
JL:
Estamos
empezando a comprobar los primeros cambios adversos que se están produciendo en
la atmósfera como consecuencia de nuestras acciones. El dióxido de carbono en
la Tierra está empezando a aumentar y si pensamos en Marte y Venus, que están
cubiertas de dióxido de carbono, sabremos que este aumento pone de manifiesto
que estamos dañando la Tierra y esto es algo que debe preocuparnos. La
destrucción de los hábitats, como por ejemplo la pérdida de la selva amazónica,
no sólo impide el sustento de las personas sino que afecta al clima y al
bienestar del mundo entero. Es decir, no tenemos que pensar en la humanidad,
vivimos en un siglo en el que los derechos humanos han estado en el centro de
todas las preocupaciones, pensamos que lo más importante es beneficiar a la
humanidad, y yo digo que este planteamiento es erróneo. Deberíamos
preocuparnos primero por la Tierra porque dependemos totalmente de ella. Si lo
damos por sentado y no la cuidamos, entonces toda la humanidad sufrirá.
EP:
Y dices que
hay muchas cosas que la Tierra debe seguir haciendo, y que sería una locura
pensar que la única preocupación del planeta es que la Humanidad siga viva y
feliz.
JL:
Exactamente.
Tenemos que preocuparnos por la Tierra. Una cosa que podríamos hacer, por
ejemplo, sería obtener mucha más comida gracias la industria química, o la
biotecnológica. No necesitaríamos utilizar tanta extensión de suelo para
cultivar alimentos o en cualquier caso sólo de forma muy limitada. Por tanto sí
que existe una salida, pero es una salida basada en la tecnología, no en su
abandono. Otra cosa que podríamos hacer desde un punto de vista práctico,
sería dejar de tener miedo a la energía nuclear. Sé que tenemos razones de peso
para temer la guerra nuclear ya que ha sido destructiva para la civilización.
Pero la energía nuclear es buena. Es la única fuente de energía que no daña la
atmósfera. No provoca daños. Sólo supone una amenaza para las personas, no para
la Tierra.
La
salvación de Gaia, tal como la conocemos, depende del correcto empleo de la tecnología, dice el conservacionista. (Fuente: smartplanet) |
EP:
¿Y dónde
están las amenazas? ¿Qué es lo que nos puede asustar?
JL:
Se pueden
ver muchas. Mira el verano de 2003 en Europa, el calor excesivo acabó con la
vida de 20.000 personas, este tipo de amenaza se produce cada vez con más
frecuencia y la gente no es del todo consciente. Esto es verdaderamente una
amenaza.
EP:
¿Y qué otras
amenazas hay? El calor…
JL:
Y la subida
del nivel del mar. Es una amenaza enorme para las ciudades costeras del mundo.
No es necesario que el mar suba muchos metros desde su nivel actual para que
sean inhabitables. Y no deja de subir…
EP:
Debido a los
cambios térmicos…
JL:
Sí, el mar
es como un termómetro. A medida que se calienta, se expande. Pensemos que una
ciudad como Londres se vea inundada y resulte inhabitable debido a la subida
del nivel del mar. Entonces la gente se unirá y se dará cuenta de que la
Tierra, su hogar, nuestro planeta, Gaia, está en peligro. Y entonces se unirán
como en tiempos de guerra y aceptarán hacer sacrificios comunes que
habitualmente no hacen. Ahora es inútil decirle a la gente que no coja tanto el
coche porque daña el medioambiente. Te contestarán que lo haga otro, que ellos
no lo van a dejar porque sus puestos de trabajo son demasiado importantes… Pero
en tiempos de guerra, las cosas son distintas. La gente cambiará.
EP:
Viniendo de
ti, el gran conservacionista, es asombroso escuchar que la tecnología y la
ciencia son la única solución, que la naturaleza por sí sola no nos va a
salvar.
JL:
Sí, es cierto,
si volviésemos 200 años atrás cuando sólo éramos mil millones de personas
habitando el planeta, podríamos habernos salvado con las energías renovables,
la agricultura biológica, las medicinas alternativas y todo lo demás y no
hubiese importado. Podríamos haber hecho lo que hubiésemos querido, pero ahora
tenemos que pagar el precio de haber aumentado la población hasta 6 mil
millones. Ejercemos tanta presión sobre la Tierra que nos vemos obligados a
recurrir a la tecnología para alimentarnos y mantenernos. Y dejar de robarle a
la Tierra todas esas distintas pertenencias, que son las que cuidan de las
selvas del planeta.
Fuente: Eduard Punset / Charlas con...
“Una cosa no es justa por el hecho de ser ley.
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