Feliz día de
los Reyes Magos a todos, sobre todo a los niños, a esa inocencia, que con su
ilusión nos devuelven a nosotros las ilusiones que hemos perdido por el camino.
Feliz día si habéis sido buenos, seguro que sí, que todos habéis sido muy
buenos este año pasado.
Lo mejor de
este día, la mirada, mitad sorpresa, mitad incertidumbre, que ponen los niños
cuando descubren que los Reyes se han acordado de ellos, es una mezcla entre
¿es verdad o estoy soñando? Esa ilusión, esa alegría que desbordan de sus
poros, ese no saber qué decir, no saber qué hacer o que coger, las miradas
furtivas a papá y a mamá, las risas, los gritos, algún que otro llanto…todo
eso, es lo único que realmente importa este día.
Pero yo no
puedo apartar de mi mente a esos otros niños que este año no tendrán su Rey
Mago, porque quizás la economía no ha ayudado, porque quizás no hay nada que
poder envolver en un papel de regalo. Esos otros niños que verán los regalos de
los demás y ellos se preguntarán si han sido tan malos este año, o los que ya
son algo más mayorcitos y saben perfectamente que la causa es que papá o mamá
no tienen trabajo.
No puedo ni quiero olvidar, porque si lo hiciera dejaría de ser humana, dejaría de ser como soy, y no quiero, porque existe esa otra parte de la Navidad que probablemente no veamos o no lleguemos a conocer, ¿Cuántas familias este año se han quedado sin trabajo, sin casa y lo están pasando francamente mal, ojala los asuntos sociales hayan podido brindar a esos pequeños una sonrisa este día, a todos, que ninguno se quede hoy sin su Rey, porque no son los niños los que deben de pagar, con su ilusión, el mal que los adultos estamos provocando.
No puedo ni quiero olvidar, porque si lo hiciera dejaría de ser humana, dejaría de ser como soy, y no quiero, porque existe esa otra parte de la Navidad que probablemente no veamos o no lleguemos a conocer, ¿Cuántas familias este año se han quedado sin trabajo, sin casa y lo están pasando francamente mal, ojala los asuntos sociales hayan podido brindar a esos pequeños una sonrisa este día, a todos, que ninguno se quede hoy sin su Rey, porque no son los niños los que deben de pagar, con su ilusión, el mal que los adultos estamos provocando.
Pero hablo de
niños occidentales, el primer mundo, pero ¿qué hay de esos otros niños? Esos
que, realmente no vemos, o no queremos ver.
Los niños
olvidados, los que especialmente en un día como hoy no queremos recordar,
porque no queremos que este bello día se nos estropee.
Esos otros
niños no van a tener regalo, eso es seguro, pero lo triste es que no van a
tener ni agua, ni ropa, ni alimentos, ni sanidad. Nuestros niños, tengan o no
tengan regalo este día, son reyes al lado de esta otra infancia a la cual no le
permitimos entrar en nuestra mente, en nuestros pensamientos para que no nos
amarguen las fiestas.
Y no, no
quiero ser yo quien amargue ninguna fiesta, porque decir la verdad o conocer
realmente nuestra realidad no es amargar a nadie, si alguien se amarga con esto
es porque lo ignora, cosa que dudo mucho, y si con este escrito esa persona ha
permitido dejar a su mente volar y ver lo que nos ocultan, lo que casi no sale
en la tele, bienvenido sea esta forma de estropear un día como hoy, el cual
sinceramente no es mi intención, pero necesito decirlo, está en mi mente y está
en mí y yo creo que debo de compartirlo, callarnos las cosas, las verdades, no
es bueno, ni hace bien a nadie.
A nosotros,
porque nos tiene en la oscuridad, a los otros, porque son los grandes
olvidados.
No intento juzgar a nadie en particular, pero si culpo a nuestra sociedad en general, a toda la sociedad, a los que lo provocan, a los que lo permiten y a los que no hacemos nada para impedirlo, porque éste es un mundo injusto, donde existe suficiente riqueza para compartir entre todos y que sólo unos cuantos, poseen más de la mitad de estos recursos existentes en nuestro mundo, con los cuales se podría erradicar de la Tierra tanta hambre, tanta pobreza, tantas muertes injustas, tanta falta de sanidad y tanta miseria.
Según las
últimas estadísticas, 3,500 millones de personas mueren al año por beber agua
contaminada, 24.000 niños menores de 5 años mueren “cada día” por esta causa.
Es decir hoy
morirán unos 24.000 niños por no tener acceso a agua potable.
Su mejor Rey
podría ser el tener acceso a ese lujo, que para nosotros, día a día, es normal.
El 20 de
julio de este año la ONU declaró la primera hambruna del siglo XXI en dos
regiones de Somalia. Después fueron publicados otros datos sobre la necesidad
de ayuda urgente para que millones de africanos no murieran de hambre. La lista
de países se iba ampliando: además de Somalia, preocupaba también la situación
de Kenia, Etiopía y Djibuti. Las condiciones higiénicas en las que viven, más,
la carencia de agua potable, agrava la situación de desnutrición, enfermedades,
etc.
Es decir, lo
que conocemos como el Cuerno de África.
Aquí no han
llegado, ni llegarán en mucho tiempo, los Reyes Magos.
Nuestro mundo
está repleto de conflictos, guerras, desastres naturales y los provocados por
la actuación del hombre, falta de derechos humanos, abusos, infancia
desprotegida, comercio injusto, etc. etc.
Es necesario
que levantemos la mirada y descubramos lo que realmente es nuestro mundo.
A nosotros
nos brindan las bellas calles muy iluminadas, tanto, que ya no vemos las
estrellas en las grandes ciudades, han desaparecido, las ha absorbido nuestra
contaminación lumínica, las compras, porque hay que comprar, quién puede claro,
las comilonas, porque hay que estar con los amigos, familiares, esos que
durante todo el año, quizás, ni nos hemos preocupado por ellos. Ahora todo lo
solucionaremos con un bonito regalo, pero ha de ser comprado, no puede ser un
regalo hecho con tus manos, en donde seguramente habrás dejado todo tu corazón,
eso no tiene valor, los regalos que por lo visto tienen valor, son los que
cuestan dinero, y mucho dinero.
Y como
seguramente, no es este el día en que deba de expresar todas estas cosas,
aunque a lo mejor sí, quién sabe, a lo mejor es el día perfecto para ello,
porque hay caminos olvidados por los Reyes.
Sólo quiero
decir que podemos volver a cerrar los ojos y los oídos, o realmente plantearnos
vivir de otra forma y hacer algo más por los demás, quizás por tu vecino,
quizás por tu antiguo compañero de trabajo, quizás…por esos olvidados que
parece, que al estar tan lejos, no nos pueden afectar con su sufrimiento, pero
recuerda, que tú, yo, o nuestros hijos, podrían haber tenido la misma suerte
que ellos y haber nacido allí, en vez de aquí.
Plantéatelo
de esta forma, entonces, quizás, puedas verlo y sentirlo de forma diferente.
Y recuerda
que hoy nuestros niños disfrutan de sus regalos mientras que miles de ellos
morirán de hambre, también hoy, en silencio, olvidados. Que nuestros hijos
disfruten hoy, pero vamos a recordarles también, que otros miles de niños no
tienen la misma suerte.
Y no
continuemos haciendo la misma pregunta de: ¿Por qué Dios permite que tantos
niños mueren de hambre? Si Dios existe, no lo mezclemos en esto, que aquí los
únicos culpables somos los seres humanos. No podemos seguir toda la vida,
echándole la culpa de lo que ocurre a otros, incluido Dios.
Feliz día de
los Reyes Magos
* Palabras al Aire
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