DESDE EL PRIMER DÍA SE HAN CONVERTIDO EN INSEPARABLES
Jack es un perro abandonado que se ha salvado de ser
sacrificado gracias a Rob, un niño autista de siete años. Como
agradecimiento desde el día en el que se han conocido, este can le ha
devuelto la alegría a Rob.
El perro iba a ser sacrificado si no fuese porque uno de los cuidadores del centro descubrió su ternura y comenzó a buscar una familia para él hasta el día que llegó Rob. Ambos conectaron desde el primer momento y desde entonces son inseparables.
La familia del pequeño dice que aunque Rob no puede comunicar sus emociones, ellos sienten su evolución y ven cómo ha superado el miedo a los otros perros.
“Una
cosa no es justa por el hecho de ser ley.
Debe
ser ley porque es justa”
* Palabras al Aire
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